Para el ultimo diseño realizado para el Museo de Beijing, Ben van Berkel y UNStudio han diseñado una expresión formal que rescata la cultura China para crear una arquitectura que ofrece dinámicamente una variedad de espacios para las colecciones NAMOC. Sobre la base de dualidades que unen – pasado y futuro, día y noche, adentro y afuera, calma y dinámica, grande y chico, individual y colectivo – los dos volúmenes referencian los antiguos tambores de piedra chinos funcionando en un lenguaje contemporáneo como una fachada que aplica como medio de comunicación con proyecciones de arte.
El museo se enfoca en crear una variedad de galerías para el trabajo artístico que ofrece posibilidades de iluminación y espacios de muro en orden de proveer a los artistas y expositores las condiciones optimas para poder mostrar su trabajo y comunicar las ideas. Las circulaciones son divididas en dos distintas rutas, las cuales conducen al los grupos de visitantes al rededor de secuencias temáticas de arte y programas adicionales.
Los diseñadores explicaron que mientras la arquitectura del museo es representada por el antiguo artefacto de los tambores de piedra, el arte dentro de él representa su espíritu, su esencia. En la misma manera que los ágiles trazos de tinta en una pintura china le dan espíritu a un blanco papel, estas colecciones de arte entregan vida al museo.
Además de los espacios interiores, la situación urbana del museo era de extrema importancia. Las mesetas públicas y zócalos urbanos de la zona cultural sirven como conectores para entre la ciudad y el museo mediante la conexión del nivel de la calle, el metro, y los volúmenes del museo.